Hasta las encuestas favorables al gobierno evidencian la percepción que la nación va por mal camino. Por eso las primarias de mañana son trascendentales: brindan oportunidad para reorientarla por mejor camino. Y dados los escenarios dibujados en dichas encuestas, es mañana que se decidirá nuestra suerte futura.
La importancia de las primarias se evidenció en la reciente experiencia argentina. Habiendo resultado ganador el sociopopulismo neoperonista, su economía se estremeció. Hubo de restablecer control cambiario y cuasi-corralito, criticado por el actual gobernante y contrario a cánones predominantes. Los temores de entrar en nueva fase de confrontación con la comunidad internacional abonaron inconformidades preexistentes generadas por falta de habilidad para mitigar ajustes impuestos en 2015 al intentar corregir la economía deficitaria legada por el kirchnerismo.
El mal camino dominicano apunta agravarse por la desconfianza política. Desde ya los agentes económicos no están respondiendo a estímulos monetarios: reducción de intereses y liberación de encajes. Déficits prevalecen y endeudamientos se incrementan al disminuir ingresos y aumentar gastos, evidenciados en faltante presupuestario 2020 de RD$300 mil millones; quién sabe si mayor ante recaudadores y supervisores activos en campaña. Gastos, aumentados en cantidad, disminuidos en calidad en el cuanto, cuando y donde. Encuestas favorables al gobierno acusan más corrupción que antes, encareciendo costos. Muchos hospitales son rehabilitados simultáneamente sobrecargando otros incapaces de absorber pacientes multiplicados. Escuelas y viviendas son emplazados en zonas inundables o próximas a vertederos como en Haina, actualmente ardiendo, como antes ardieron Rafey y Duquesa. Punta Catalina no aumenta generación ni disminuye tarifas como se prometió.
Nuestras instituciones encubren lo evidente hasta que detonan. Ej: inseguridad ciudadana y fallecimiento de turistas por negligencias privadas y falta de supervisión gubernamental. El cuidado ambiental no pasa de bultos mediáticos: sembrando arbolitos mientras toleran deforestación provocadora de escorrentías torrenciales y recogiendo basura en playas mientras esas escorrentías arrastran residuos hacia el mar vía ríos y cañadas.
Este mal camino seguirá agravándose o no, dependiendo de estas primarias determinantes de elecciones de mayo/2020.
Se impone cerrarlo. No debe haber espacio a indiferencias. La decisión no puede dejarse en manos de quienes están beneficiándose del dinero que pagamos contribuyentes ni de quienes temen salir del poder para evitar caer en procesos sancionadores de corrupción, impidiendo administrar escrupulosamente
En democracia, la responsabilidad de escoger gobernantes recae en la mayoría. La posibilidad de seleccionar previamente candidatos mediante primarias nos brindan una oportunidad de oro para decantar la prosecución del mal camino.
Mañana se decidirá nuestro futuro. Todos los que puedan, deben votar. Y los que no podemos, aportar criterios para que este sufragio se ejecute con mayor conciencia y responsabilidad posibles.
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