“Puentes, no Muros”: Diálogo no Debates

Del gobierno emanan inexplicables invitaciones adebatesconducentes a confrontaciones levantadoras de barreras cuando la nación reclama diálogo en sintonía con el Papa Francisco:“levantar puentes, no muros”.

Sus voceros lo instan,asegurandoque su candidato arrasaría;aunque ministros, para neutralizar ésta absurda escaramuza,plantean debate “técnico”.

Necesitamos dialogo para superar crisis pandémica que ha agravado nuestros problemas estructurales y desnudado paradigmas  gubernamentales. Y encontrar soluciones como encararlos ante criterios contradictorios.

Los debatesconcitancareos, alejando posibilidades de entendimientos decómo encarar que problemascon que acciones, priorizadamente.

Es inexplicable que siendo el gobierno quien mas necesitadiálogo, lo rechace; apostando en cambio al debateconfrontador.

Estando a punto de concluir su mandato,sus paradigmas, que pretendía exhibir para justificar continuismo, se derrumbaron: Crecimiento y estabilidad económica, empleos creados, eliminación de pobreza, espejismos revolucionarias en educación y salud, etc. Todo se ha ido muy lejos. En dos meses se han caídoconsignas y discursos de ocho años.

Así, el gobierno terminará su mandato con las manos vacías, sin nada sustancial que legara la posteridad; disminuyéndole por elloenergías e inspiración para concluir satisfactoriamente.

Necesita diálogo por los magros resultados desugestión sanitaria. “El país no está cumpliendo con las normativas que controlan la transmisión comunitaria”, declarórecientemente una funcionaria internacional. No impuso oportunas restricciones aéreas, dejó circular personas contaminadas, no adquirió insumos sanitarios necesarios oportunamente. No ha cumplido,ni hecho cumplir, violando mas bien, sus propiasdisposiciones: De noche cocuyos reparten alimentos y candidatos gobiernistas enrostran festivamente fumigaciones a ciudadanos reprimidos, violando toque de queda. Sus  programas de asistencia alimenticia y monetaria generan aglomeraciones que prohíbe. Su confinamiento hizo abstracción que nuestros pobladores vivenya confinados sin distanciamientoen viviendas y barriosmarginales.

Ha tenido dura cerviz en lo económico. En una nación  con alto desempleo, mayoría empleo informal,  con ingresos que no permiten ahorrar y llenar despensas, cuando las hay; se mantiene inmutable prohibiendo actividades generadoras de suspensiones laborales financiándolas con subsidios insostenibles fiscal y monetariamente.

Y ha actuado con vano complejo de suficiencia, propio de suabsolutismo. Informado, sin consultar previamente, sus decisiones con nuestras fuerzas activas que quiere aportar y cooperar soluciones.

Hoy, dos meses después de vivir en emergencia, el gobierno propicia su prorroga siguiendo su mismo esquema.

El gobierno puede aprovechar el diálogo para justificar replanteo de su accionar. Para llenarse las manos del mérito de haber propiciado transición ordenada y continuidad jurídica ante contingencias electorales; brindándonos  seguridad que superaremos esta crisis.

Toda la oposición lo clama: Abinader,Antún y Moreno lo postulan conFernándezdispuesto.

Solo falta que el gobierno convoque.

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