Así como a los ingenieros nos enseñan a calcular estructuras en la posición más desfavorable de cargas a soportar, los políticos debemos tomar decisiones calculando los riesgos que las mismas pudieran acarrear; más cuando dichas decisiones son precipitadas.
La postulación de Leonel Fernández por el PRSC puede considerarse formalmente precipitada porque el PRSC abrió un proceso de escogencia de candidatura presidencial. Se inscribieron varios aspirantes entre los que no se encontraba Fernández. Funcionarios del PRSC, y de su Comisión Electoral, hicieron campaña presidencial sin que tengamos constancia que renunciaron a cargos ni utilizaron recursos partidarios conforme prohíbe la ley de partidos.
Encontrándose el PRSC con las manos vacías toma una riesgosa decisión que cuestionan sectores pro-gubernamentales y profesionales: La viabilidad legal de dicha candidatura.
Esos sectores pro-gubernamentales se disponen a cuestionar candidatura de Fernández con la misma vehemencia que se opusieron a su precandidatura en primarias PLDistas. Han anunciado que la objetarán, fomentan cuestionamientos internos en el PTD para invalidar su conversión en LFP y reformistas ligados al gobierno han cuestionado decisión del PRSC. Corre la especie de que Fernández dividió PLD y está dividiendo PTD y PRSC.
Hay un riesgo formalmente planteado, haciendo surgir interrogantes con relación a la suerte del PRSC y su posibilidad de reorientar el mal camino que sigue la nación.
Si las instancias judiciales llamadas a decidir sobre la candidatura de Fernández dictaminaran su inviabilidad, ¿qué haría el PRSC? ¿Improvisaría una candidatura? ¿Se agarraría de otro candidato admitido como clavo ardiendo? ¿Lo haría incluso a favor del candidato oficialista con lo cual se disiparían posibilidades de reorientar el camino? ¿Acaso éstas interrogantes no fueron previstas?
¿O si fueron previstas para poder permear, en base a lo que en análisis financieros se denominan “riesgo calculado”, decisiones difícilmente permeables como candidaturas propias pésimamente posicionadas u honrar compromisos previos asumidos con el gobierno?
Debió emular el MODA que, actuando con mas inteligencia, escogió un candidato a sabiendas de sus dificultades para salir de la gatera electoral.
Ante el argumento de plazos establecidos por JCE, ya ésta se encargó de evidenciar su inscripción en “quien hizo la ley hizo la trampa” reconociendo, posteriormente, nuevo partido, posibilitando nuevo candidato.
La decisión del PRSC obliga seguir sus actuaciones con miras a explorar alternativas que permitan cumplir con la responsabilidad reformista de reorientar el mal camino que está siguiendo la nación.