La encuesta Gallup-Hoy evidencia que72% de dominicanos percibimos que vamos por mal camino y 64% preferimos que gobierne otro partido; constituyendo un desafío para que nuestras instancias opositoras viabilicen un Cambio para ser mejor conducidos.
Pero esta viabilización no debe procurarse cimentándola sobre arenas de simplismo, sino sobre rocas profundas.
Muchos caerán en simplismo creyendo, p.e., que sumando preferencias garantizan el Cambio; olvidando que el efecto sinérgico al conjugar fuerzas no siempre resulta positivo. Creerán que aliándose a un candidato que ronda 5%, Abinader podría alzarse con la victoria en primera vuelta; ignorando que hay alianzas que restan al provocar sinergias negativas que hacen perder simpatías alcanzadas. Más, en escenario de confusiones como el pre-dibujado en la alianza identificada como “Juntos Podemos”.
La procura del 5% faltante para decidir en primera vuelta, no debe hacerse a expensas de perder parte del 45% conquistado. Recuérdese al efecto la volubilidad del voto aludida por Balaguer, quien sabe si recordando “La donna e móbile” de la ópera “Rigoletto” de Verdi, sobre lo “voluble, cual pluma al viento, cambia de palabra y de pensamiento”.
Esta convicción es de mayor importancia aquí y ahora por desenvolvernos dentro preferencias aparentemente decididas, pero que pueden ser tentadas. La mayoría aparenta tener una decisión tomada a juzgar del poco porcentaje de indecisos que arroja la encuesta Gallup. Pero resulta necesario retener preferencias conquistadas y no exponerlas al riesgo de sucumbir ante tentaciones procedentes de litorales poseyentes de mayores recursos que opositores.
Y nunca olvidar que cualquier error cometido por los más llamados a propiciar el Cambio puede conducir a que las simpatías alcanzadas no se traduzcan en voto.