EL GOBIERNO ESTÁ EMPLAZADO A
DEFINIR UNA POLÍTICA SALARIAL COMPREHENSIVA.
Se ha vuelto a plantear la necesidad de implementar aumentos salariales para aproximar los ingresos de trabajadores al costo de la canasta familiar para así obtener derramar socialmente los beneficios del crecimiento economico.
Consideramos que la brecha existente entre salarios y canasta, y su progresiva ampliación, es una consecuencia directa de la falta de una sistemática y adecuada política salarial, aplicable anualmente; por lo que el gobierno está compelido a diseñarla no solo para corregir los efectos de sus omisiones pasadas sino para evitar el agravamiento de la citada brecha.
Al definir esta política salarial el gobierno debería procurar la contribución a crear un clima de armonía obrero patronal que estimule el emprendimiento, cuide la competitividad y preserve los puestos de trabajo de calidad ganados por nuestra economía.
Por carecer de una política salarial comprehensiva, este clima tiende a deteriorarse, desalentando el emprendimiento por el escarceo periódico que se produce entre empleadores y empleados mediante discusiones para mejorar salarios; lo cual obstaculiza maximizar producción y productividad. Causa además, inhibición de decisiones e iniciativas impulsadoras de la economía y/o desalientan iniciativas en marcha.
Por ello resulta impostergable el diseño y adopción de una política salarial comprehensiva y adecuada para lo cual se requiere, como punto de partida, la diferenciación entre ajuste y aumento salarial propiamente dicho, conforme se define a continuación.
1. El ajuste salarial debe concebirse como una compensación periódica, generalizada y automática, de la inflación, en función del IPC. De hecho este siendo aplicado en y por varias instancias fiscales, algunas instituidas por leyes. Varias entidades públicas lo están practicando en sus políticas laborales. De haber dispuesto previsiones en este sentido, aplicable automáticamente anualmente a todos los trabaajadores, la brecha entre salarios y costo de canasta familiar hoy existente no fuera tan amplía.
2. Un aumento salarial propiamente dicho, a efectuarse adicionalmente al ajuste salarial, el cual debe aplicarse selectivamente, no automatícamente, sujeto a los siguientes condicionamientos:
a) Diferenciarlo por tipo de empresas según afecte o no su competitividad. La pérdida de competitividad puede sacar empresas del mercado con el consecuente cierre y pérdida de puestos de trabajo. Un aumento salarial que conduzca a la pérdida de competitividad hasta provocar el cierre de empresas, constituye un contrasentido revertible contra la clase trabajadora.
b) Ssupeditarlo a la evaluación del desempeño del trabajador. Un aumento salarial generalizado a todos los trabajadores por igual, a los que hayan tenido buen o mal desempeño, sería injusto e improcedente puesto que se estaría premiando por igual a los que se desempeñaron bien y a los que trabajaron mal. Esto desincentiva el esfuerzo por trabajar bien, desalienta buenos desmpeños futuros y alienta mal desempeño; afectando productividad y competitividad.
c) Así como el ajuste salarial debería estar asociado al IPC, eL nivel del aumento salarial deberia estar asociado al crecimiento del PBI con lo cual se reflejaría en los trabajadores el crecimiento de la economía y éstos verían compensados sus esfuerzos y motivados a seguir esforzándose a lograr el crecimiento.
d) Las consideraciones precedentes deben tener especial ponderación al tratarse de sectores económicos que requieren preservar la competitividad externa, especialmente en comparación con las naciones con las que mantenemos acuerdos comerciales. Piénsese en el caso de las zonas francas altamente susceptibles a que naciones competidores ofrezcan atractivos salariales más competitivos. Aumentar salarios desproporcionadamente podrían exponerlas al riesgo de alentar fuga de estas empresas.
Solo con estas previsiones se podría disponer una política salarial positiva para la economía por justa y sistemática; sin necesidad de exponernos periódicamente al escarceo y espectáculos periódicos que perjudiquen la armonía obrero- salarial .
b) Ssupeditarlo a la evaluación del desempeño del trabajador. Un aumento salarial generalizado a todos los trabajadores por igual, a los que hayan tenido buen o mal desempeño, sería injusto e improcedente puesto que se estaría premiando por igual a los que se desempeñaron bien y a los que trabajaron mal. Esto desincentiva el esfuerzo por trabajar bien, desalienta buenos desmpeños futuros y alienta mal desempeño; afectando productividad y competitividad.
c) Así como el ajuste salarial debería estar asociado al IPC, eL nivel del aumento salarial deberia estar asociado al crecimiento del PBI con lo cual se reflejaría en los trabajadores el crecimiento de la economía y éstos verían compensados sus esfuerzos y motivados a seguir esforzándose a lograr el crecimiento.
d) Las consideraciones precedentes deben tener especial ponderación al tratarse de sectores económicos que requieren preservar la competitividad externa, especialmente en comparación con las naciones con las que mantenemos acuerdos comerciales. Piénsese en el caso de las zonas francas altamente susceptibles a que naciones competidores ofrezcan atractivos salariales más competitivos. Aumentar salarios desproporcionadamente podrían exponerlas al riesgo de alentar fuga de estas empresas.
Solo con estas previsiones se podría disponer una política salarial positiva para la economía por justa y sistemática; sin necesidad de exponernos periódicamente al escarceo y espectáculos periódicos que perjudiquen la armonía obrero- salarial .