“Dos períodos y ni uno más”

Así consigna el presidente del PRSC en su cuenta de tweet, @QuiqueAntun, reforzando y oficializando su intervención en reciente entrevista radial, proponiendo, como puede constatarse en voz e imagen adjunta a dicho tweet: “dos períodos y no puede volver a la misma posición”.

Ciudadanos y reformistas de corazón, debemos aplaudir entusiasmados esa proposición.

Además de pertinente y oportuna, emite señal de sosiego a una ciudadanía que no la dejan reponer de la riesgosa e imprudente posibilidad de modificar la Constitución en medio del crispado proceso electoral que estamos viviendo, para incluir, entre otros puntos que sirven de adorno y pretexto, la posibilidad que Danilo Medina pueda volver a aspirar “la misma posición” que hoy tiene, por tercera vez.

Esa proposición redunda en beneficio de nuestra institucionalidad por vía del respeto y preservación de la Constitución. Se inscribe dentro de la “prudencia y moderación” inculcada por Balaguer, pudiendo repercutir positivamente en la imagen y preferencias del PRSC.

Ya menguaron su valoración dos pretensiones previas, fallidas. La primera, al tratar de modificar la Constitución para re-postularse. La segunda, al alentar varios delfines para luego imponer toscamente uno de ellos.

Una tercera pretensión para intentar “volver a la misma posición”, por aquello “que a la tercera es la vencida”, ante una ciudadanía predominantemente opuesta al manoseo constitucional, resistente y temerosa de ello, pudiera asestar un golpe mortal a dicha valoración; por más que quieran adornarlo con pretextos aparentemente justificados como el costo de las elecciones. Volver a pretender modificar Constitución para rehabilitarse, terminaría proyectando una imagen de tozudez y necedad impropia de un liderazgo admirado.

Más aun por la posibilidad que cualquier bellaquería pudiera emanar de legisladores que no han dado precisamente notaciones de serenidad y ponderación como quedó demostrado en las leyes de partidos y electoral, posteriormente ripiadas por nuestros tribunales.

Y augura que de seguir retomando sus esencias, el reformismo pudiera proyectarse capaz de resultar determinante en las reformas que el país necesita para relanzar su economía en beneficio de nuestras condiciones de vida; sobre lo cual dispone de sobrada acreditación.

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